Para arreglar una persiana que no baja es necesario averiguar por qué no está bajando como de costumbre. Por cierto, aplica lo mismo cuando se trata de una persiana que no sube.

En términos generales, si una cortina de lamas se traba o atasca, suele ser por alguna de las siguientes razones: 

• Exceso de suciedad.
• Las lamas u otras piezas se han roto.
• Existen problemas de fricción relacionados con el eje.
• Alguno de los flejes se ha desprendido o dañado.
• La persiana es demasiado ligera y por eso no baja.
• El soporte del eje ha sufrido daños.
• Una o varias lamas se han desplazado de su lugar original.

Es posible que existan más motivos, pero estos tienden a ser los más comunes. Por tanto, cuando se identifica la causa, es más fácil encontrar la solución.

Sin embargo, puedes ahorrarte tanto la búsqueda del origen como la forma de arreglar el problema que ocasiona que tu persiana no baja si nos llamas.

¿Qué solución podría ser más fácil, segura y rápida que esa? 

Nosotros sabremos identificar con rapidez lo que está ocurriendo y aplicaremos los procedimientos necesarios para hacer que tu cortina de lamas funcione de nuevo a la perfección.

Recuerda que contamos con persianistas expertos que pueden hacerle frente a cualquier inconveniente o dificultad que tengas. Da igual si se trata de un simple mantenimiento o que requieras la instalación, reparación o cambio de cualquiera de tus persianas.