Para conseguir el propósito de que nuestra vivienda nos ayude a ahorrar en las facturas de los suministros mensuales, es fundamental incluir esta serie de mejoras en nuestra vivienda:

• Aumentar el aislamiento de la vivienda: Es probablemente el punto más importante, puesto que se estima que más de un sesenta y cinco por ciento de la energía del interior de los hogares se pierde debido a un mal aislamiento térmico del inmueble, por lo que instalar ventanas, persianas y suelos que ayuden al aislamiento favorecen el ahorro de energía.
• Sustitución de electrodomésticos antiguos por otros que sean más eficientes y modernos: El momento de una reforma es un gran momento para sustituir los electrodomésticos obsoletos que consumen una gran cantidad de energía por otros actuales que presentan una eficiencia energética mayor.
• Uso coherente de los sistemas de calefacción: Evitando pérdidas de temperatura innecesarias con ventanas o puertas abiertas, además de no forzar a la maquinaria a trabajar de forma intensa, sino que se deben acondicionar las estancias de forma gradual.
• Optimización de la luz natural: En los casos en los que se pueda, siempre será más económico utilizar la luz solar para iluminar nuestra vivienda, además se debe incentivar el uso de lámparas de bajo consumo que favorezcan el ahorro energético, como el caso de las luces LED.
• Eliminación de aparatos eléctricos encendidos sin necesidad: Muchos de los aparatos que tenemos en nuestros hogares, presentan una modalidad de standby donde aunque parezcan apagados, siguen gastando luz, por lo que un correcto apagado de estos dispositivos favorecerá el ahorro de electricidad.